Un par de palabras bastaron
Para navegar como nómada por mi cuerpo
Mordiendo con sus dientes la dura frialdad de la distancia
Penetró como sombra en mi intimidad y yo en la suya
Me erizo la piel y abrió como pétalos mis deseos
Era como si mi carne sintiera su aliento recorrerme completa
Cada palabra era como una ráfaga explotando en mi mente
Se me antojó besarlo y succionar sus labios carnosos
Sentí sus manos bajar por entre mis muslos como una serpiente
Y mis rodillas temblorosas se apartaban por instinto
mis pechos esperaban anciosos por su boca hambrienta
Febril y sudorosa me entregaba a sus caricias felinas, salvajes
Exploré nuevas sensaciones y esa forma tan suya de poseerme
En ese instante no me importaba romper aquel mandamiento
Mordía aquella manzana prohibida a través de un cristal
Como las olas entraba y salía dejando en mi vientre una blanca espuma
Se fiiltraba por esa mágica pantalla como un fantasma y me hacia el
amor
¿Cómo un hombre extraño y tan lejano lograba arrancarme aquellos
gemidos de placer?
Un oleaje tranquilo me hizo reaccionar y volví cerrando los ojos a la
realidad
Me encontraba desnuda, sola, sin aquellas caricias que solamente
imaginé...
¿ Cómo tenerte sin la presencia de tu cuerpo mi amor...¿Cómo?
¡Era de noche...sí de noche cuando lo encontré!...