Señor de mis sueños
Dueño de mi poesía
Dueño de mis candentes fantasías
Dueño de una ráfaga fulminante entre mis muslos
Dueño de mis eróticos y perversos pensamientos
Dueño del lenguaje obsceno de este verso
Cándida
Sumiza
Ardiente
Tierna
Salvaje
¡Ramera! que lo embriaga como un buen vino...
Dementes mis ojos lo buscan entre la lujuria de mi cuerpo
Pido a gritos su presencia y no me queda más que beberme su
ausencia
Venga mi señor, desnúdeme con la mirada de un amante hambriento
Con la caricia inerte de sus manos envueltas en fuego
Mi piel es brasa,pasión,manantial que lo llama
Aroma soy... entre la pureza de sus sábanas blancas
Verso soy... que escupe mis más secretas ansias
Rompa el silencio que nos mantiene prisioneros en la distancia
Desnúdeme, béseme callado...atrape mi piel entre sus nostalgias
¡Ámeme!, hagame el amor , por favor no demore...
Siento ya su calor que se derrama
Quiero darle la miel de mis besos gota a gota
Hacerlo feliz en mi cama,donde vibro,donde muero,
Donde usted es el único dueño
Enloquecerlo quiero una y otra vez
Hasta caer rendidos de placer...
Venga por favor... ¡Diós! como lo deseo y AMO...
